Las aventuras del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, escrita por Miguel de Cervantes y Saavedra, sobrepasaron lo que en el año de su publicación (1605) eran los límites de la literatura. No solo se ha considerado como la primera novela moderna y la primera novela polifónica; también cambió el concepto de novela caballeresca y el uso del humor en la literatura. Ha sido traducida a más de 145 idiomas, incluyendo versiones en otomí, el idioma de las comunidades indígenas del altiplano central mexicano, el guaraní y el coreano.

Tal fue su impacto dentro y fuera de la literatura, que el soporte del libro, su materialidad, tomó cada vez más relevancia. Ya no se trataba solo de la obra escrita, sino de todos sus componentes. El Quijote pedía expresarse por canales más allá de la palabra. La primera edición ilustrada del Quijote pertenece a Juan Mommarte y fue editada en Bruselas en 1662. En 1863 el ilustrador francés Gustavo Doré publicó una de las ediciones ilustradas más logradas de la obra, que ha sido reeditada múltiples veces. A eso se agregan un sinnúmero de ediciones dirigidas a distintos públicos, enfocándose en diferentes partes de la historia, por tomos y volúmenes, encuadernados en cuero, madera, adornados con oro y plata, escritos a mano, impresos, a color o en blanco y negro.

Por todo lo anterior, hemos preparado una muestra donde seleccionamos solo algunas de las ediciones que la Biblioteca Nacional resguarda del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Con esto queremos destacar cómo su poder literario ha transformado también su materialidad, y cómo el texto conversa con otros tipos de arte como la ilustración, la pintura y la encuadernación. 

Algunas de las ediciones que se pueden ver en las vitrinas que se ubican al lado del Café de la Biblioteca (sector Moneda) son la de Henrico y Cornelio Verdussen, publicada en 1697 en Amberes; o la de L. Hachette, publicada en París en 1863 con ilustraciones de Gustavo Doré y grabada por H. Pisan; y también la de Emecé, publicada en Buenos Aires en 1957-1958, ilustrada por Salvador Dalí y Carlos Alonso, entre varias más.

La exposición estará abierta desde el 23 de abril hasta finales de mayo en el marco de la celebración del Día Internacional del Libro y la Lectura, fecha en la que se conmemora el fallecimiento de tres figuras universales de la literatura: Inca Garcilaso de la Vega, William Shakespeare y el propio Miguel de Cervantes.